• Agentes de Policía de Myanmar (Birmania) en la sureña ciudad de Yangon, 1 de febrero de 2018.
Publicada: jueves, 19 de julio de 2018 18:02

El Ejército birmano efectuó ‘preparativos sistemáticos’ antes de masacrar a los civiles de la minoría musulmana rohingya en Rajine, según la ONG Fortify Rights.

“Las autoridades de Myanmar (Birmania) llevaron a cabo preparativos exhaustivos y sistemáticos para cometer crímenes atroces en masa contra civiles indígenas rohingyas (en Rajine) durante las semanas y los meses antes de los ataques de las milicias el 25 de agosto de 2017” contra esta minoría musulmana, ha informado la ONG Fortify Rights en un informe publicado este jueves.

En el texto, la organización pro derechos humanos explica que a los militares birmanos “les dieron largas espadas: Preparativos para el genocidio y crímenes contra la humanidad contra los musulmanes rohingyas en Rajine (oeste)”.

Fortify Rights que asegura que ha encontrado “fundamentos razonables” de que los delitos cometidos contra esta minoría musulmana constituyen genocidio y crímenes de guerra, indica que ha identificado a 22 altos cargos del Ejército y la Policía de Myanmar a los que considera que habría que investigar por su papel en estas “atrocidades”.

Las autoridades de Myanmay (Birmania) llevaron a cabo preparativos exhaustivos y sistemáticos para cometer crímenes atroces en masa contra civiles indígenas rohingyas (en Rajine) durante las semanas y los meses antes de los ataques de las milicias el 25 de agosto de 2017” contra esta minoría musulmana, informa la ONG Fortify Rights.

 

La conclusión de que la represión de esta comunidad en agosto de 2017 no fue algo espontáneo deriva de una investigación de la ONG durante 21 meses en los que ha realizado entrevistas tanto en Myanmar como en Bangladés a testigos y supervivientes musulmanes rohingyas.

Ente los preparativos hechos antes de la masiva represión del año pasado, las autoridades birmanas recogieron sistemáticamente los objetos afilados o romos de los rohingyas para “desarmarles”, entrenaron y armaron a los residentes que no pertenecían a este grupo en el norte de Rajine “preparándoles para la violencia” y derribaron de forma sistemática las vallas y otras estructuras en torno a las viviendas de los rohingyas, facilitando la visibilidad a los atacantes, según los testimonios recabados por Fortify Rights.

El pasado 4 de julio, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Raad al-Husein, urgió a enjuiciar a Myanmar en la Corte de La Haya por crímenes de lesa humanidad y genocidios contra los rohingyas.

Más de 700 000 rohingyas han huido a Bangladés desde agosto de 2017, cuando el Ejército birmano intensificó sus ataques contra esta población, y quemó cientos de viviendas y aldeas enteras de los musulmanes en el estado de Rajine. Las Naciones Unidas consideran una “limpieza étnica” el trato que Myanmar brinda a los rohingyas.

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