Realizada por trabajadores públicos como profesores o enfermeras, de los 796 casos reportados este verano, 689 era contra musulmanes que en su mayoría tan solo habían hecho algún comentario.
La aplicación de un programa conocido como “Channel”, parte de la estrategia de prevención antiterrorista, pretende combatir la radicalización de los británicos.
El importante aumento en el número de personas reportadas, responde a una nueva ley del gobierno que obliga a trabajadores de servicios públicos a reportar cualquier sospechoso.
La semana pasada conocíamos del caso de un joven británico de 14 años que ha sido condenado por enaltecimiento del terrorismo en Australia y por amenazar a sus profesores con decapitarlos, todo a través de su teléfono móvil, mientras formaba parte del programa “Channel”. Teniendo esto en cuenta, cabe preguntarse si este programa realmente funciona.
La consternación de las comunidades musulmanas, víctimas en muchas ocasiones de los prejuicios de aquellos con capacidad para señalar, se representa con un debate en el que se les exige por un lado que den muestras de su compromiso por los valores británicos, mientras que por otro, se les señale y acuse por hacer uso de esos valores como en el caso de la libertad de expresión.
Ian Diez, Londres
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