A pesar de que el pasado 5 de abril los dos países vecinos acordaran abrir un cese el fuego bilateral en la disputada región de Nagorno Karabaj, enfriando así los sangrientos enfrentamientos que se habían reanudado el 2 de abril, las tensiones continúan. De acuerdo con varias evidencias, a las que alude esta semana el portal de noticias ruso Sputnik, Israel parece tener un papel secreto en el conflicto.
El portal señala que el retirado general de las fuerzas de defensa israelíes Ephraim Sneh enfatizaba el pasado viernes, en un artículo de opinión editorial para el portal estadounidense Al-Monitor, que Azerbaiyán es para el régimen de Tel Aviv un "aliado estratégico" y reprochaba que Israel se haya quedado “silente” en los momentos de necesidad de los azeríes.
Recordando en este sentido cómo Israel ha de garantizar su seguridad energética y cómo Bakú, por su parte, provee el 40 % del petróleo que importa el régimen de Tel Aviv, el general, que acusó únicamente a Armenia de encender la llama del conflicto, sugirió que el hecho de que Bakú haya "desafiado" la tregua anterior podría jugar en su favor, ya que a su juicio el status quo de 1994 fue conveniente para todos “excepto para Azerbaiyán”.
Sin embargo, el que Israel se haya quedado callado ante este conflicto, tal y como dice el general, contrasta con un número de evidencias que demuestran lo contrario, pues desde el inicio del reanudado conflicto se pudieron apreciar señales de la extensa cooperación militar existente entre los dos países.
Video: Ejército azerbaiyano emplea dron israelí contra los armenios https://t.co/yisXaWKdcj pic.twitter.com/9ee059TTpb
— HispanTV (@Hispantv) April 7, 2016
Un ejemplo de ello fue cuando se reveló que los “drones (aviones no tripulados) suicidas israelíes”, fabricados por la empresa Israeli Aerospace Industries (IAI), estaban siendo usados por las fuerzas azeríes durante la ofensiva.
Aunque, de acuerdo con el portal francés de inteligencia Intelligence Online, Israel no solo facilita drones a Bakú, sino que además suministra avanzados sistemas de radares, puestos de mando y de control, y otros equipos de recopilación de inteligencia.
Incluso y a pesar de que Israel ha rechazado confirmar la venta de armas o drones a Bakú, la líder del partido opositor israelí Meretz, Zehava Gal-On, llegó a revelar y advertir públicamente la semana pasada que Israel pretende vender más 'drones suicidas' a Azerbaiyán, por lo que exigía mediante una misiva al ministro israelí de asuntos militares, Moshe Yaalon, el cese de su envío.
Al mismo tiempo, el especialista en seguridad e inteligencia israelí Yossi Melman asegura que Israel tiene una masiva y a la vez secreta huella de defensa en Azerbaiyán. En su análisis en el diario israelí The Jerusalem Post, explica cómo ambos países comparten un negocio que, además de ser altamente confidencial, es 5 millones de dólares más grande que el que mantiene Israel con Francia, y dice que este consiste en la venta de petróleo por la parte azerí, y la venta de armas y tecnología de espionaje por la israelí.
Melman apunta en un artículo del rotativo estadounidense The Washington Post que mostró al mundo una parte de lo que son las relaciones secretas que mantienen ambos al publicar una imagen de un accidente en el que un dron suicida israelí hacía explotar un autobús armenio que transportaba a los combatientes al frente del conflicto. Tras el ataque, en el que murieron siete personas, Armenia acusó a Israel y exigió que deje de suministrar este armamento.
No obstante, la conexión no parece terminar en las relaciones militares, ya que según el especialista, tanto Tel Aviv como Bakú también comparten fuertes lazos en el ámbito de la inteligencia, vínculos que han llevado al Mossad (el servicio de inteligencia israelí) a permitir el establecimiento de una gran base en Azerbaiyán para llevar a cabo operaciones de inteligencia en la estratégica zona del Cáucaso Norte.
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