• Palestinos capturados durante la guerra genocida israelí contra Gaza, vistos en un patio de una prisión en el sur de Palestina ocupada, 14 de febrero de 2024.
Publicada: miércoles, 22 de enero de 2025 11:33

Prisioneros palestinos liberados de cárceles israelíes contaron amargas historias de tortura, violaciones y privación de alimentos y tratamiento médico en prisión.

El 15 de enero, el régimen sionista acordó con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) un acuerdo del alto el fuego, bajo las condiciones de los palestinos. En este contexto, un grupo de 90 prisioneros palestinos fue liberado el lunes de la prisión de Ofer en un intercambio con Israel.

“Dejé el infierno y ahora estoy en el cielo. Salimos del infierno; Nos violaron, nos golpearon y nos lanzaron gases lacrimógenos. No había comida, ni medicinas, ni siquiera una palabra amable”, esta es la dolorosa historia de uno de los prisioneros palestinos recién liberados tras el acuerdo de alto el fuego.

Cámaras de tortura inimaginables

Otra presa palestina que fue liberada de las cárceles israelíes en los últimos días también habló sobre las condiciones carcelarias. “La prisión se había convertido en un infierno inimaginable desde la guerra. Siempre miraba el cielo a través de las pequeñas ventanas de mis celdas y soñaba con ver algún día el cielo sin esas jaulas”, recordó amargamente.

“Cuando me liberaron y vi el cielo y las montañas por primera vez, sentí que estaba viva otra vez”, añadió.

Numerosos informes sobre las horribles condiciones en las cárceles israelíes

Numerosos informes internacionales han abordado las malas condiciones de los presos palestinos en las cárceles israelíes.

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) afirmó en un informe que el régimen israelí utiliza métodos como el ahogamiento artificial, las descargas eléctricas y la privación del sueño para torturar a estos prisioneros.

El reporte señala que a finales de julio había aproximadamente 9400 “presos de seguridad” detenidos en cárceles israelíes, a muchos de los cuales se les negaban derechos humanos básicos, como el acceso a un abogado.

“¡Bienvenidos al infierno!”, así calificó la organización pro derechos humanos israelí B’Tselem las cárceles israelíes para los presos palestinos.

Los gemidos silenciosos de las prisioneras

Los informes indican que las prisioneras palestinas, además de soportar torturas físicas, luchan contra la humillación y las condiciones inhumanas.

Una de las prisioneras que fue liberada después del reciente alto el fuego denunció: “Estuve encarcelada durante cinco meses. No hubo tratamiento”.

Incluso en medio de una enfermedad grave y de síntomas de accidente cerebrovascular, no había medicamentos ni atención, “pero nosotras las mujeres somos fuertes y resistimos todas estas adversidades”, enfatizó.

Campos de muerte y humillación

Abdulaziz Atuna, uno de los presos liberados, señaló la humillación y crueldad que sufrió en prisión. “Nos golpearon, nos insultaron y nos lanzaron gases lacrimógenos. estas cárceles eran campos de muerte y humillación, no lugares para retener prisioneros”, indicó.

Resistencia al crimen

Mantener el espíritu de resistencia frente a la tortura física y psicológica en las cárceles sionistas es una de las características destacadas de los prisioneros palestinos, según informes.

“La vida en prisión fue dura, pero nunca perdimos la fe; incluso en los momentos más oscuros, la esperanza de la libertad nos mantuvo vivos”, indicó una de las mujeres liberadas.

La diferencia entre la ética de la Resistencia y la brutalidad de los ocupantes

Según muchos expertos y testigos, el trato dispensado por los grupos de resistencia palestinos a los prisioneros israelíes presenta una imagen de humanidad.

Otros dicen que los rostros sonrientes de las mujeres israelíes que fueron liberadas en la primera fase del intercambio demostraron el comportamiento humano de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, el ala militar de HAMAS.

“Los prisioneros israelíes estaban en muy buenas condiciones físicas y mentales, mientras que los prisioneros palestinos estaban sujetos a las más severas torturas y crueldades”, describió el contraste de los prisioneros, el analista palestino Abdel Bari Atwan.

Llamado a la justicia

Estos testimonios y la aparente contradicción en el comportamiento envían un mensaje claro a la comunidad internacional. Ahora es el momento de que las instituciones de derechos humanos abandonen los dobles estándares y tomen medidas para detener estos crímenes.

 Uno de los presos liberados dice que, “gracias a Dios nos liberaron, pero este infierno debe terminar para siempre. Seguimos de pie y resistiendo”.

El acuerdo de alto el fuego establece una fase inicial de seis semanas y tiene tres fases, que incluye un intercambio gradual de 33 retenidos israelíes a cambio de más de 1900 presos palestinos. La pausa de seis semanas de combates irá acompañada de la apertura de negociaciones para poner fin a la guerra en su totalidad.

El régimen sionista ha cometido crímenes contra la humanidad y genocidio en Gaza, al asesinar a unos 47 000 civiles y destruir las infraestructuras civiles en el enclave costero palestino, incluidos hospitales, centros médicos y escuelas, entre otros.

A pesar de cometer un genocidio en la Franja de Gaza, Israel no pudo lograr sus objetivos declarados en la guerra —eliminar a HAMAS y liberar a los presos israelíes en Gaza por la fuerza— por lo que se vio obligado a firmar la tregua con el movimiento palestino.

ayk/ncl/mkh