Yair Netanyahu, hijo del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, hizo la afirmación en una serie de publicaciones en la plataforma de redes sociales X el lunes.
Sus observaciones surgieron en un contexto en el que la oficina del primer ministro estaba en el centro de una investigación por irregularidades vinculadas a la divulgación de documentos de inteligencia clasificados, los cuales parecían diseñados para socavar las oportunidades de alcanzar un acuerdo de alto el fuego que contemplara el intercambio de prisioneros.
Un total de cuatro soldados del ejército israelí y un portavoz de Netanyahu, Eli Feldstein, han sido capturados en el marco de una pesquisa que indaga el hurto de documentos de inteligencia altamente confidenciales del ejército.
Además, el Shin Bet “ahora está arrestando y torturando” a oficiales militares por “tonterías calumniosas”, ha confirmado Yair, al comentar las detenciones.
Hizo también alusión al proceso judicial que enfrenta su padre por presuntos actos de corrupción, calificándolo de “un verdadero golpe de Estado” orquestado por fiscales, medios de comunicación y el sistema judicial en contra de Netanyahu.
Yair, tras haber pasado el último año en Estados Unidos, se ha convertido en una voz franca en las redes sociales, cuestionando abiertamente a aquellos que se oponen a las ideologías de su padre.
Sin embargo, ha sido objeto de controversia por su decisión de quedarse en Estados Unidos en lugar de alistarse como reservista a raíz del estallido del conflicto bélico.
Israel inició la guerra contra Gaza el 7 de octubre de 2023 después de que el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) lanzara la sorpresiva operación Tormenta de Al-Aqsa contra la entidad ocupante en respuesta a la campaña de décadas de derramamiento de sangre y devastación del régimen israelí contra los palestinos.
Hasta ahora, el genocidio del régimen en Gaza ha matado a más de 43 600 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a unos 103 000 personas. Miles de personas más están desaparecidas y se presume que están muertas bajo los escombros.
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