“Estamos al borde de un colapso social y constitucional”, alertó Isaac Herzog en un discurso televisado el domingo por la noche, y llamó al primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, a demorar la polémica reforma judicial impulsada por su nuevo gabinete ultraderechista.
El presidente del régimen israelí ha hecho esta advertencia en momentos en que Israel está en quiebra por los controvertidos planes del gabinete extremista de Netanyahu, que han aumentado la tensión con los palestinos, agravado la crisis de seguridad en Israel, y ahondado la polarización en la sociedad.
Una de las iniciativas más polémicas impulsadas por el nuevo gabinete es la reforma judicial que los críticos lo consideran como “un golpe de Estado”.
En su discurso, Herzog pidió a Netanyahu posponer la reforma y entablar un diálogo para buscar un “amplio consenso” entre los distintos sectores de la sociedad. En ausencia de un consenso, “todos perderemos, […] Israel perderá”, avisó.
Dijo que las movilizaciones realizadas en las últimas semanas para denunciar la reforma presagian “un enfrentamiento violento”. “Siento, todos sentimos, que estamos apenas un momento antes de un enfrentamiento, incluso un enfrentamiento violento”, enfatizó.
Detalló que buena parte de los israelíes “ve esta reforma como una amenaza sustancial” para la democracia de Israel y opinó que los cambios impulsados por el nuevo gabinete “plantean una profunda preocupación por su potencial de daño a las instituciones democráticas de Israel”.
Las declaraciones de Herzog se produjeron horas antes de que el parlamento israelí comenzara a votar este mismo lunes los primeros aspectos de la reforma judicial. En esta línea, se ha convocado una multitudinaria manifestación para mañana lunes en los alrededores de la sede del poder legislativo en Al-Quds (Jerusalén).
Los críticos creen que la iniciativa debilitará la independencia del sistema judicial y erosionará la separación de poderes, por lo que la consideran “un golpe de Estado”.
Los funcionarios israelíes han admitido en varias ocasiones que Israel ha llegado a uno de los momentos más tensos de su historia, que deja al régimen al borde de declive total.
Como prueba de ello, han destacado el caos, las elecciones repetidas y la continua parálisis de las administraciones del régimen israelí en los últimos años. A esta crítica situación se suman las crisis económica y de seguridad que han profundizado el descontento social en Israel.
ftm/hnb
