Bennett anunció el martes durante una conferencia anual de seguridad que las fuerzas de guerra del régimen israelí se equiparían dentro de un año con una tecnología láser para ayudar a protegerse de los ataques con misiles, cohetes, aviones no tripulados (drones) y otras amenazas.
El premier israelí indicó que la nueva generación, “un muro láser”, se desplegaría en el sur de los territorios ocupados, cerca de la Franja de Gaza, y luego en otras localidades.
Sin embargo, fuentes de seguridad del régimen usurpador, citadas por el Canal 7 de la televisión israelí y otros medios hebreos, se han mostrado sorprendidos por la afirmación de Bennett y han negado estas afirmaciones, diciendo que el sistema láser no estará preparado para el uso en el plazo de un año, y que las pruebas para su desarrollo todavía no han terminado.
Los informantes también han señalado que la finalización del desarrollo de este sistema y el tiempo en que se puede usar, tardará al menos dos y tres años en llegar.
Los intentos de Israel para desarrollar sistemas láser se producen mientras el llamado sistema de defensa aérea israelí Cúpula de Hierro ha demostrado su incapacidad ante los proyectiles de la Resistencia en los últimos conflictos, al mismo tiempo que ha sido demasiado oneroso para el régimen israelí.
Israel está cada vez más preocupado por el aumento del poder de Irán y los grupos de la Resistencia en la región de Asia Occidental.
Efectivamente, Irán ha obtenido en los últimos años avances en la fabricación de una amplia gama de equipos militares, y se ha convertido en una “superpotencia” en cuanto a la tecnología de drones y misiles, según varios estrategas militares, lo que ha suscitado temores entre las autoridades israelíes.
Los movimientos libaneses y palestinos también han logrado aumentar sus capacidades militares e incluso ya fabrican misiles para usarlos como represalia a los innumerables ataques aéreos del régimen de Tel Aviv.
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