“No lo llamaría una grieta, pero definitivamente los judíos estadounidenses muestran menos atracción hacia Israel” dijo Steven M. Cohen, profesor de la Política Social de Judaísmo en la Universidad Hebrea de Al-Quds (Jerusalén).
El diario israelí Yediot Aharonot, en un informe publicado el sábado, señaló que ese desgano entre los judíos estadounidenses se intensificó cuando Donald Trump fue anunciado como el 45 presidente de EE.UU. y las autoridades israelíes destacaron la importancia de anexionar a los territorios ocupados toda Cisjordania.
No lo llamaría una grieta, pero definitivamente los judíos estadounidenses muestran menos atracción hacia Israel, dice Steven M. Cohen, profesor de la Política Social de Judaísmo en la Universidad Hebrea de Al-Quds.
Otro factor que destacó el informe se refiere a las dificultades para contraer matrimonio o divorciarse dado, indica, el incremento de las tasas de matrimonio mixto y el hecho que los judíos reformistas y conservadores no son reconocidos por la Dirección de las Cortes Rabínicas.
“Muchos jóvenes judíos de todo el mundo han dejado de hablar de Israel”, dijo Tamar Zandberg, una parlamentaria israelí, lamentando que esta situación para los funcionarios del régimen siempre fue un tema de “consenso”, pero ahora se ha convertido en un problema.

Hay muchas razones respecto a este problema, uno es sobre las políticas represivas del régimen para hacer oídos sordos a las críticas y descontentos que existen en los territorios ocupados, indicó Zandberg.
Israel define a cualquier persona “como judía” que tiene una madre judía o ha sido convertido al judaísmo por un rabino ortodoxo, lo que significa que puede casarse en los territorios ocupados.
“Muchos judíos estadounidenses conocen a otro judío que vive en EE.UU. y no puede casarse en Israel, cuyos derechos están restringidos de una manera” en los territorios ocupados, afirmó Jonathan Sarna, profesora de la Universidad de Brandeis, en el noreste de EE.UU.
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