El servicio de metro, trenes, aviones, camiones y al transporte marítimo, fueron interrumpidos por la medida.
Este miércoles, Buenos Aires amaneció con largas filas en las paradas de autobuses, el único medio de transporte que estaba operando en la capital argentina. Una huelga desarrollada por sindicatos de transporte que paralizó la ciudad.
Además de los principales gremios ferroviarios, se sumaron los de transporte fluvial, aeronáuticos, taxistas, subterráneos y camioneros, afectando, además, el traslado de mercaderías. Según un vocero de la estatal Trenes Argentinos, la huelga afectó a más de un millón de pasajeros.
A su vez, la estatal Aerolíneas Argentinas informó que 263 vuelos resultaron afectados.
De esta manera, los gremios plantean en esta huelga, su disconformidad con las políticas de austeridad del presidente ultraderechista, Javier Milei, el intento de privatizar Aerolíneas Argentinas, despidos de trabajadores, la caída del poder adquisitivo de los salarios, y el aumento de las tarifas que la Casa Rosada promueve desde hace meses. Aunque, muchos no son tan optimistas de que este tipo de huelgas tengan resultados positivos.
Por las políticas de Milei, la economía doméstica argentina sufre una recesión económica, con una inflación que en septiembre fue del 209% y una pobreza que en la primera mitad del año, alcanzó al 52,9% de la población.
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