Cristine Lagarde, ya tiene a sus enviados, ocupando las oficinas que el Banco Central de la República Argentina, le cedió al Fondo Monetario Internacional (FMI) desde el mes de noviembre y tienen como representante permanente al jamaiquino Trevor Alleyne.
La misión, encabezada por el italiano Roberto Cardarelli, permanecerá por dos semanas, para corroborar que los recortes sociales se estén realizando, con el fin de garantizar la liquidez necesaria para el pago de la deuda.
En caso de mantener esta política en Gobierno de Maurico Macri, recibirá otros 10 mil 800 millones de dólares. Para algunos analistas era un proceso inevitable.
Para otros en cambio, se trata de un camino que sólo beneficia a un pequeño sector.
Sebastián Salgado, Buenos Aires
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