La Organización Saudí Europea para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés) ha denunciado, mediante un informe publicado este lunes, que las autoridades de Arabia Saudí han condenado a pena capital a otros 15 presos de conciencia, elevando el número de personas en riesgo de ejecución inmediata a 53, incluidos unos ocho menores.
En el documento, la ESOHR sostiene que los tribunales del régimen de los Al Saud han sentenciado y condenado a muerte a dichos presos tras juicios injustos y sobre la base de confesiones obtenidas con tortura y malos tratos.
De igual manera, el organismo pro derechos humanos ha puesto énfasis en que la implementación de la pena de muerte contra menores debe terminar de una vez por todas en la monarquía árabe.
En otro informe publicado el pasado 10 de octubre, la ESOHR anunció que los ciudadanos saudíes están sujetos a todo tipo de torturas desde que son arrestados por cargos falsos, y este proceso no se detiene incluso después de que se terminan las condenas e incluyen también a las familias y allegados de los detenidos.
Desde que el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, se convirtió en el líder de facto del reino árabe en 2017, las autoridades han ordenado el arresto de cientos de activistas, blogueros, intelectuales y otros por su activismo político, mostrando una tolerancia casi nula con la disidencia, incluso frente a la condena internacional.
La ONG Amnistía Internacional (AI) condenó en su día el aumento del número de ejecuciones en el reino árabe, y acusó a Riad de utilizar la pena de muerte como un arma política contra los disidentes. Solo en los tres primeros meses del año en curso, Riad ejecutó a 100 personas, mientras que esta práctica sumó 69 ejecuciones en 2021.
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