Resultados de una encuesta elaborada por el centro de estudios estadounidense Pew Research Center, publicados hoy jueves, afirman que Bin Salman tiene una imagen peor que la de su padre, el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, en ciertos países del oeste de Asia, donde se llevó a cabo la consulta, e incluso en el país aliado norteamericano.
La mayoría de las personas que ha cuestionado el carácter del príncipe saudí son israelíes: un 83 % de los encuestados desconfía de Bin Salman.
En Túnez, 69 por ciento; en Turquía, 68 por ciento; en El Líbano, 64 por ciento, y por fin, en Estados Unidos, 63 por ciento, comparten esta opinión.
El centro ha concluido que la razón de estos resultados enraíza en los temas polémicos en que se encuentra involucrado el príncipe heredero saudí, como el asesinado del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi en el consulado del país árabe en la ciudad turca de Estambul, que según los informes de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) fue ordenado por el príncipe Muhamad.
Desde la llegada al poder del rey Salman bin Abdulaziz Al Saud en Arabia Saudí, su hijo Muhamad se ha convertido en un hombre poderoso tras ser nombrado príncipe heredero, pese a las severas críticas de otros príncipes.
Las reformas impulsadas por el príncipe heredero saudí han empeorado su popularidad incluso entre los miembros de la familia real.
Human Rights Watch (HRW) critica a los líderes del reino árabe, incluido al príncipe heredero, por no enfrentar una justicia significativa durante 2019 por los abusos cometidos por agentes de seguridad del Estado en los últimos años, entre ellos el asesinato del periodista crítico, y la tortura de los defensores de los derechos de las mujeres.
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