Según ha revelado este jueves el prominente activista político saudí apodado “Mujtahid”, a través de su cuenta de Twitter @mujtahidd, Sheij Saleh bin Shaye, el jefe de la tribu yemení Bakil, había rechazado la oferta de Mohamd bin Salman para participar en la lucha contra el movimiento popular yemení Ansarolá.
“En el momento del bombardeo, Sheij Saleh no estaba en la casa, pero el ataque acabó con la vida de su hermano y varios de sus familiares”, ha precisado el activista saudí.
“Sheij Saleh bin Shaye rechazó las recompensas seductoras del hijo del rey para participar en los ataques contra Ansarolá y a pesar de sus amenazas no cambió de postura”, ha indicado Mujtahid.
Enojado por la resistencia de líder tribal yemení, agrega la fuente, el ministro de Defensa saudí ordenó localizar su vivienda en Yemen y bombardearla.
“En el momento del bombardeo, Sheij Saleh no estaba en la casa, pero el ataque acabó con la vida de su hermano y varios de sus familiares”, ha precisado el activista saudí.
Mujtahid ha afirmado que, tras esta ofensiva, Sheij Saleh bin Shaye, que hasta el momento tenía una posición neutral en los acontecimientos en Yemen, anunció el apoyo de su tribu a Ansarolá ante la agresión militar saudí.
Nacido en 1985, Mohamad bin Salman, el hijo del rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, es el ministro de Defensa más joven del mundo.
Algunos analistas políticos consideran al príncipe Mohamad, quien dirige desde el pasado 26 de marzo una guerra sin precedentes en la historia de Arabia Saudí contra Yemen, como el arquitecto de la reciente remodelación gubernamental de su país.
Mediante estos cambios en la sucesión al trono anunciados el pasado 29 de abril, el monarca eligió a su hijo Mohamad como príncipe heredero adjunto y poco después lo puso al frente de la gigante empresa nacional de petróleo Saudí Aramco, con el fin de darle más independencia del Ministerio de Petróleo, del que dependía hasta ahora.
Previamente, Mujtahid había revelado que Mohamad bin Salman Al Saud ofreció un discurso “en estado de ebriedad” en una importante reunión, donde declaró “explícitamente que todo el dinero del país es de él y lo gastaría como le diera la gana”.
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