El Parlamento de Argelia, reunido en sesión plenaria, tomó nota de la vacancia de la jefatura del Estado y nombró para el cargo, al presidente del Consejo de la Nación (Cámara Alta del Parlamento), Abdelkader Bensalah, por un período de 90 días.
Bensalah, de 77 años, ha sido diputado, embajador, alto funcionario, senador y ha presidido las dos Cámaras.
Tras semanas de protestas, el expresidente Buteflika, de 82 años, dimitió el 2 de abril luego de 20 años en el poder, bajo la presión, a un mismo tiempo, de la calle y del Ejército. Ahora un hombre leal a su predecesor, considerado por los críticos un puro producto del “sistema”, asume las riendas del país africano.
Según la Constitución, después de este período de 90 días, se debe celebrar una elección presidencial, a la cual Abdelkader Bensalah no podrá presentarse. Aunque los argelinos no lo ven suficiente.
Miles de estudiantes salieron a las calles de Argel (la capital), rechazando cualquier implicación del entorno de Buteflika en la transición política.
Desde el inicio de las protestas, el 22 de febrero, los esfuerzos del Gobierno del país africano por aplacar la indignación del pueblo resultaron en vano. Los argelinos no aceptan nada menos que un cambio estructural en el sistema gobernante.
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