“Las puertas del hospital de Kunduz estuvieron cerradas toda la noche, así que ninguna persona que no fuera parte del personal sanitario o paciente estaba dentro cuando tuvo lugar el bombardeo”, asegura el ente a través de un comunicado.
El ataque perpetrado el sábado contra el centro sanitario dejó 19 muertos, entre ellos tres miembros de la mencionada organización y otros 37 heridos.
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