La aviación estadounidense-británica lanzó el sábado tres agresiones aéreas contra Saná, la capital de Yemen, que impactaron las zonas de Al-Nahdin y Al-Hafa.
El miembro del Buró Político del movimiento popular yemení, Hizam Al-Asad, advirtió que la incursión enemiga solo aumentará la determinación del pueblo del país árabe para seguir su apoyo a los pueblos de Gaza y el Líbano.
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Asimismo, aseguró que Yemen responderá la nueva agresión estadounidense-británica, como “parte de la confrontación continua contra las fuerzas de la maldad y la agresión”.
El sábado, la provincia yemení de Al-Hudayda (oeste) también fue blanco de cruentos ataques de Estados Unidos y el Reino Unido.
Londres y Washington, lanzando tales agresiones, buscan presionar al Gobierno yemení para que detenga el bloqueo naval impuesto al régimen israelí y sus ataques contra los objetivos de los sionistas.
No obstante, las Fuerzas Armadas de Yemen subrayan que sus operaciones continúan como un acto de solidaridad con los pueblos palestino y libanés.
En este sentido, el líder de Ansarolá, Seyed Abdulmalik Badreddin al-Houthi, aseguró en declaraciones hechas el jueves que nadie, ni el saliente presidente estadounidense, Joe Biden, ni Donald Trump puede detener las operaciones militares de Yemen en apoyo a Gaza.
Firme en su apoyo a los palestinos, Yemen también ha informado que rechazó tentadoras ofertas de ayuda económica a cambio de no apoyar a Gaza frente a la guerra de Israel.
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