El primer temblor, con una magnitud de 5.9, se registró a las 11:49 a.m. (hora local), seguido poco después por un sismo más fuerte de 6.8 grados, que provocó gran temor entre los residentes. Este segundo terremoto causó importantes daños estructurales en casas y edificios.
El epicentro de ambos sismos fue en el mar, a 35 kilómetros de Bartolomé Masó y a 175 kilómetros de Santiago de Cuba, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El impacto de estos movimientos telúricos ha llegado a la zona oriental de la isla en momentos en los que se recupera de la severa embestida del huracán Óscar -hace tres semanas- y de intensos temporales de lluvias de los últimos días.
El saldo de Óscar fue de ocho muertos y dos desaparecidos, numerosas inundaciones, pérdidas en la agricultura, derrumbes parciales y totales a las viviendas, comunidades que quedaron incomunicadas por varios días, más graves afectaciones al servicio de electricidad, entre otros estragos.
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