En reacción a la extensión de la misión de la observación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargada de vigilar el alto el fuego en la ciudad portuaria yemení de Al-Hudayda (oeste), el viceprimer ministro del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen para Asuntos de Defensa y Seguridad, Yalal al-Rowaishan, aseguró el miércoles que la misión de este organismo internacional y su ex enviado especial, Martin Griffiths, no habían alcanzado ningún éxito en la resolución del conflicto en Yemen.
En una entrevista con el canal yemení Al-Masirah, Al-Rowaishan denunció que “Naciones Unidas no pudo persuadir a la otra parte (la coalición saudí y sus mercenarios) para que volviera a sentarse en la mesa de las negociaciones y la coalición saudí rechazó todas las rondas de conversaciones”.
En este sentido, recalcó que no se puede decir que Griffiths haya logrado éxitos en resolver la crisis de Yemen ni que “se han logrado avances significativos con respecto al acuerdo sueco”.
“De todos modos, las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad no han podido resolver ningún conflicto en ningún lugar del mundo”, lamentó el funcionario yemení de forma irónica.
Al-Rowaishan, que también es el subjefe de la delegación negociadora de Yemen, denunció que el aeropuerto de Saná se ha convertido en un aeródromo que pertenece al personal de las Naciones Unidas y organizaciones internacionales, mientras que ningún yemení está autorizado a utilizarlo.
“El problema del enviado de la ONU y las Naciones Unidas es que disfrutan de un doble rasero entre la realidad y la hegemonía de Estados Unidos y las grandes potencias”, criticó.
Pidió al nuevo enviado de la ONU que actúe de forma independiente y honesta y abandone una diplomacia sesgada.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) aprobó el miércoles una resolución para renovar el mandato de la ONU en Yemen por un año más, hasta 2022
De forma unánime, los miembros del CSNU han extendido hasta el 15 de julio de 2022 el mandato de la Misión de Naciones Unidas para apoyar el Acuerdo de Al-Hudayda, así como la implementación del acuerdo de alto el fuego en esa ciudad y en los puertos de Al-Hudayda, Salif y Ras Issa, como quedó establecido en el Acuerdo de Estocolmo firmado en 2018 en Suecia.
Desde marzo de 2015, Yemen está objeto de una aniquiladora agresión lanzada por Arabia Saudí y sus aliados regionales con el apoyo de EE.UU. en un intento para restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, fiel socio de Riad, y aplastar al movimiento popular yemení Ansarolá, pero los agresores no han logrado su objetivo menos que la guerra ha devastado la mayor parte de las infraestructuras del país árabe, provocando la peor crisis humanitaria del siglo.
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