• Empleados cerca de una instalación dañada de la petrolera saudí Aramco tras un ataque yemení, 20 de septiembre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: sábado, 17 de abril de 2021 16:00

Por segunda vez en menos de una semana, Yemen atacó el jueves al gigante petrolero saudí Aramco, ¿por qué Saná se enfoca en el motor de economía del reino árabe?

El portal local Al Khabar Al Yemeni abordó en una nota exclusiva el tema después de que el portavoz del Ejército yemení, el teniente general Yahya Sari, informara el jueves de que  Yemen había atacado con 11 misiles y drones las instalaciones de la compañía petrolera estatal Aramco, las plataformas de lanzamiento de misiles Patriot y objetivos sensibles en Jizan, sita en el sur del reino saudí. El ataque desató grandes incendios y provocó daños en la estructura.

Según el análisis, en Jizan, Aramco, que forma la columna vertebral de la economía saudí, tiene muchos sectores estratégicos, el más destacado: la refinería de Jizan, que produce a diario aproximadamente unos 400 000 barriles de crudo ‘árabe pesado’, conocido por su alto precio. Esta instalación, que se completó en 2018, representa otro aspecto de Aramco, después de la zona industrial de Yubail.

En la nota se reitera que Saná tiene un mapa de sus objetivos, desde el inicio de las recientes operaciones aéreas en las profundidades de Arabia Saudí que se limitan a objetivos puramente militares, como el aeropuerto de Abha, la base Rey Jalid en la ciudad de Jamis Mushait y otras bases en Jizan y Riad (capital), pero, ahora, se está centrado en los objetivos económicos, como Aramco.

 

Para Arabia Saudí, Aramco es la fuente más destacada de sus ingresos nacionales y, según los expertos rusos, apuntarla significa limitar la capacidad de Riad para financiar sus operaciones en Yemen y comprar posiciones internacionales para que no le presionen a acelerar el proceso de retirada de la guerra.

Pero, en cuanto a Saná apuntar a Aramco, en este momento, tiene muchos mensajes, el primero de los cuales es que surge en respuesta al bloqueo impuesto por Arabia Saudí y a la incautación de buques de combustible mientras que el reino no está dispuesto a separar el lado humanitario de lo político y lo militar, e insiste en su continua intransigencia en vincular archivos todos juntos con el fin de lograr ganancias políticas después de que falló militarmente en Yemen.

El ataque a la petrolera estatal saudí, a la luz de los indicios de que las fuerzas yemeníes han entrado en la ciudad estratégica de Marib, pone a Arabia Saudí frente a una prueba difícil que es que Saná utilizará todas las capacidades contra Aramco, si Riad bombardea los campos petroleros y las instalaciones en Marib.

Independientemente de los objetivos de Saná, los datos sobre el terreno indican que esta empresa, que representa un salvavidas para Arabia Saudí, está en camino de convertirse en un objetivo de las fuerzas yemeníes. Lo más importante es que, en caso de que Riad continúe la escalada militar, con las negociaciones estancadas, la petrolera estatal saudí puede estar expuesta a ataques con misiles modernos, lo que puede poner en peligro su futuro.

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