Las imágenes divulgadas de la base muestran cómo los grupos armados, fieles al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, un aliado de Riad, retiran la bandera de las fuerzas separatistas proemiratíes y consignan: “Me sacrifico por Yemen”.
Fuentes cercanas a Hadi anunciaron el sábado por la noche que las fuerzas prosaudíes atacaron una base ocupada por los proemiratíes en el archipiélago yemení de Socotra, situado en el golfo de Adén en el océano Índico, y ahuyentaron a los militares.
Mukhtar al-Rahbi, un asesor del Ministerio de Información de Hadi, a su vez, tuiteó que los comandantes del llamado ‘Consejo de Transición del Sur’— conocido también como ‘los líderes del sur de Yemen’, en referencia a las fuerzas apoyadas por los EAU— “se vieron obligados a huir” después de que la base cayera en manos de las fuerzas de seguridad, tras una serie de enfrentamientos.
Las fuerzas de Hadi, de acuerdo con Al-Rahbi, están fortaleciendo su presencia dentro y fuera de la base en Socotra, ocupado en mayo 2018 por los EAU, que es, de hecho, un cómplice de los crímenes de guerra que comete Arabia Saudí en Yemen.
Se divorcian las fuerzas de la agresión a Yemen
Las dos partes persiguen diferentes agendas para el futuro de Yemen; los separatistas quieren la independencia del sur de Yemen, mientras que los combatientes pro saudíes buscan restaurar en el poder a Hadi, aunque ambos bandos se unieron en un principio en los ataques contra el movimiento popular yemení Ansarolá, que está defendiendo al país contra la agresión de la coalición.
Abu Dabi comenzó en julio de 2019, la retirada del grueso de sus fuerzas del territorio yemení tras un año de discusiones con Riad y el resto de miembros de la llamada coalición militar contra Yemen, que ha estado bombardeando el país más pobre del mundo árabe desde marzo de 2015. La decisión encolerizó a la monarquía saudí.
Riad libró una guerra contra su vecino más pobre, pese a tener recursos naturales como petróleo, con el propósito de restaurar en el poder a Hadi, derrocando a Ansarolá, que forma parte del Gobierno de Salvación Nacional del país. Sin embargo, la derrota de las fuerzas yemeníes no era tan fácil como lo pintaban los saudíes y sus aliados regionales y occidentales.
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