“Durante más de dos años, la coalición ha afirmado que la JIAT (las siglas en inglés de Equipo Conjunto de Evaluación de Incidentes) está llevando a cabo una investigación creíble de los supuestos ataques aéreos ilegales, pero los investigadores han hecho poco más que encubrir los crímenes de guerra”, ha alertado este viernes la directora de la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) para Oriente Medio, Sarah Leah Whitson.
En un informe de 90 páginas que analiza la labor de la JIAT, Whitson ha cuestionado al referido grupo de investigación por “no haber cumplido con los estándares internacionales de transparencia, imparcialidad e independencia” y por exculpar en la mayoría de los casos a Riad y sus aliados árabes, catalogando de “legítimos o de un error” sus ataques aéreos contra los yemeníes.
La titular del organismo pro derechos humanos, del mismo modo, ha acusado a los países que venden armas a Riad de “cómplices de las graves violaciones en Yemen”, una colusión de la que no pueden protegerse ni siquiera con las falsas investigaciones de la JIAT, afirma Whitson.
Durante más de dos años, la coalición ha afirmado que la JIAT (equipo saudí de investigación de incidentes) está llevando a cabo una investigación creíble de los supuestos ataques aéreos ilegales, pero los investigadores han hecho poco más que encubrir los crímenes de guerra”, alerta la directora de la Organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) para Oriente Medio, Sarah Leah Whitson.
La organización pro derechos humanos Human Rights Watch, en el reporte, asegura que ha identificado como estadounidenses la procedencia de las armas usadas en siete de los ataques saudíes investigados por la JIAT.
“Los países que siguen vendiendo armas a Arabia Saudí —como Estados Unidos, el Reino Unido y Francia— corren el riesgo de ser cómplices en futuros ataques ilegales”, indica el texto.
Por todo ello, HRW insta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) a considerar la imposición de sanciones contra los altos mandos de la llamada coalición que lidera Arabia Saudí y llama a Yemen a adherirse “urgentemente” a la Corte Penal Internacional (CPI) para que este pueda examinar las posibles ilegalidades.
Desde el inicio de la agresión saudí en marzo de 2015, más de 11 000 yemeníes, en su mayoría civiles, han muerto, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Salud yemení. En el caso más reciente, al menos 31 yemeníes murieron el jueves como consecuencia de los bombardeos de Riad en la ciudad occidental de Al-Hudayda.
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