A través de un comunicado emitido este domingo, la Cartera yemení ha informado de que los bombardeos llevados a cabo por la monarquía árabe y sus aliados desde marzo de 2015 se han cobrado la vida de más de 38.500 personas.
El texto también reza que un total de 2949 niños y mujeres, además de 8979 hombres, han resultado heridos o han quedado mutilados como resultado directo de los ataques aéreos del reino árabe.
La agresión saudí a Yemen también se ha cobrado la vida de 296.834 personas de forma indirecta, apostilla la nota, para después agregar que más de 247.000 niños han perdido la vida debido a la desnutrición severa y 17.608 civiles han muerto debido a la imposibilidad de viajar al extranjero para recibir tratamiento médico.
Según el comunicado, los actos criminales de los mercenarios apoyados por Arabia Saudí, leales al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, también han dejado 2361 civiles muertos y heridos.
La declaración destaca, además, que la campaña militar saudí ha destruido 2641 centros educativos, dejando así a 2,5 millones de estudiantes sin acceso a una educación primaria, secundaria y universitaria. Igualmente, añade, dicha agresión ha destruido 600 mezquitas e instalaciones turísticas y dañado 393 emplazamientos arqueológicos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió el pasado mes de febrero de la situación “catastrófica” en Yemen y de un creciente riesgo de hambruna y de cólera, en lo que dio en describir como la peor crisis humanitaria del país árabe tras tres años de guerra. La comunidad internacional, sobre todo el organismo internacional, han llamado una y otra vez al régimen de los Al Saud a poner fin, de una vez por todas, a esta “estúpida guerra”.
De igual modo, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que Arabia Saudí viola el derecho humanitario internacional en la guerra contra su vecino sureño, en la que utiliza armamentos prohibidos internacionalmente, como por ejemplo, bombas de racimo.
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