Toda la nación persa se llena de alegría y desde hace unos días celebra diversos eventos con motivo de esta ocasión, una de las fiestas más importantes de los musulmanes chiíes.
El Imam Mahdi (El Guiado), conocido también como Sahib al-Zaman (Señor del Tiempo) o el Salvador Esperado, nació el 15 del mes de shaban del año 255 de la hégira lunar (869 d.C.) en la ciudad de Samara (actual Irak) y vivió hasta los 5 años con su padre, el undécimo imam, el Imam Hasan al-Askari (la paz sea con él).
Tras el martirio de su padre en el año 260 de dicho calendario, la sabiduría divina determinó que el Imam Mahdi se ocultara y permaneciera ausente hasta que el pueblo esté preparado para su presencia.
Siguió su vida de forma oculta por unos 70 años (ocultación breve, entre el año 260 HL/874 d.C. y 329 HL/939 d.C.) y comenzó después su larga ocultación. El Imam Mahdi guía a sus seguidores a través de representantes.
Según la creencia chií, él volverá como redentor cuando Dios lo desee y establecerá el gobierno de la justicia y la paz en el mundo.
Hoy el 12 de ordibehesh del calendario persa (2 de mayo) también se conmemora en Irán el Día Nacional del Maestro, fecha que coincide con el aniversario del asesinato del destacado erudito profesor universitario iraní el ayatolá Morteza Motahari en 1979.
Como todos los años, con ceremonias y programas especiales en las escuelas, los estudiantes y las autoridades agradecen y reconocen la labor de los educadores, considerados piezas importantes para la formación de profesionales que contribuyen día a día al desarrollo del país.
El Islam valora mucho la alta posición del profesor, y ordena respetar al maestro y honrar el rango de la ciencia y enseñanza, humildad y sumisión ante el educador, e incluso quien nos enseña una sola palabra.
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