“Las masacres de Colombia y el ataque militar a Venezuela tienen un punto en común. Los embajadores colombianos en Washington son expertos en masacres en su país y trabajan para imponer el modelo en Venezuela con apoyo de (el presidente de EE.UU., Donald) Trump. Son crímenes contra la humanidad en pleno desarrollo”, denunció el miércoles el embajador venezolano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.
Ese mensaje forma parte de la serie de los tuits publicados el miércoles por Moncada, en los que el diplomático venezolano advirtió del uso de masacres como una de las estrategias de Bogotá y Washington que de momento les sirve en su campaña contra Venezuela para tratar de derrocar al presidente de este país, Nicolás Maduro.
El diplomático venezolano acusó al embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Alejandro Ordoñez, y al actual embajador colombiano en EE.UU., Francisco Santos, de planificar masacres “contra ciudadanos inocentes”.
Moncada recordó la participación de Ordoñez y Santos en numerosas reuniones donde decretaron el asesinato del sindicalista Wilson Borja y la creación de “escuadrones de la muerte” y “grupos de limpieza” en el país.
Para respaldar su denuncia sobre la cooperación colombo-estadounidense contra Venezuela, Moncada señaló que en 2018 y 2019, Francisco Santos pidió un ataque militar contra Venezuela cuando participaba en reuniones del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) en Washington DC, capital estadounidense.
Las continuas injerencias de Colombia y Estados Unidos en Venezuela agudizan más las tensiones entre estos dos aliados y Caracas.
Las autoridades venezolanas denuncian las conspiraciones de Bogotá y Washington para generar inestabilidad y un golpe de Estado en el país bolivariano, así como su campaña de infamia contra Caracas y sus intentos por materializar un plan de intervención militar en Venezuela.
Entretanto, el presidente Maduro ha alertado en varias ocasiones de los planes de EE.UU. y la oligarquía colombiana para asesinarlo y acabar con la Revolución Bolivariana.
Para Caracas, todas estos factores forman parte de la agenda belicista de Washington en América Latina, donde el país norteamericano ha puesto en peligro la paz con el apoyo de sus aliados regionales.
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