“Venezuela rechaza enfáticamente la postura intervencionista asumida por Iván Duque (presidente colombiano), junto al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, cuyos gobiernos pretenden subyugar y vulnerar la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano”, declara el Gobierno bolivariano a través de un comunicado emitido hoy jueves por su Cancillería.
Pompeo que ha llegado a Colombia tras participar el martes en la investidura del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ha acordado colaborar con el mandatario colombiano para seguir aislando a Venezuela.
En este sentido, el Gobierno venezolano también revela que tales acciones pretenden “distraer la atención de la opinión pública ante el estrepitoso fracaso de la política antidrogas de Estados Unidos en Colombia, así como el lamentable estado del proceso de paz y la violencia incontenible en el vecino país”.
Además, la Cancillería del Gobierno chavista rechaza las declaraciones irresponsables de Duque y denuncia una vez más ante la comunidad internacional “el uso del territorio colombiano para generar una agresión contra Venezuela”.
Venezuela rechaza enfáticamente la postura intervencionista asumida por Iván Duque (presidente colombiano), junto al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, cuyos gobiernos pretenden subyugar y vulnerar la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano”, declara el Gobierno bolivariano a través de un comunicado.
El mandatario colombiano en la reunión con Pompeo aseguró que los países de la región deben hacer los “esfuerzos necesarios” para que supuestamente se restablezca el orden constitucional en Venezuela.
A su vez, el secretario estadounidense de Estado declaró que, en su encuentro con el presidente colombiano, ambos han intercambiado puntos de vistas acerca de cómo “colaborar con aliados regionales e internacionales para ayudar a los que huyen y ayudar a los venezolanos a recuperar su herencia democrática”.
Al respecto, las autoridades venezolanas han denunciado en varias ocasiones una campaña mediática de EE.UU., el sector de la derecha venezolana, algunos países latinoamericanos y bloques regionales con el motivo de desprestigiar y derrocar al Gobierno de Caracas.
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