“No vamos a cerrar las puertas”, ha aseverado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un discurso ofrecido este sábado desde la ciudad turca de Estambul.
El jueves, el Gobierno de Ankara anunció que no va a impedir el cruce de miles de refugiados sirios estacionados en Turquía a Europa, en un acto para demostrar su ira hacia países europeos por no apoyar su ofensiva ilegal en Siria.
Erdogan ha afirmado que unos 18 000 refugiados sirios habían llegado a Turquía con la intención de cruzar hacia Europa desde el viernes, una cifra imposible de verificar.
El Gobierno de Grecia ha informado a su vez haber impedido el ingreso de unos 4000 refugiados sirios a su país desde las fronteras comunes con Turquía, este sábado.
La nueva presión de Ankara a Europa y la intensificación de sus amenazas bélicas contra el Gobierno sirio se producen días después de que unos 33 soldados turcos murieran en un ataque aéreo del Ejército sirio contra las posiciones de los grupos terroristas en la provincia siria de Idlib (noroeste).
El Ministerio ruso de Defensa ha confirmado que los soldados turcos muertos se encontraban junto con terroristas que se movían para atacar blancos de las fuerzas sirias.
Turquía ha exigido que Rusia deje su apoyo al Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad. No obstante, Moscú insiste en que el Ejército sirio está actuando dentro de su propio territorio y tiene todo el derecho a restaurar la soberanía y acabar con la presencia de los terroristas.
mnz/ktg/hnb