Según el canal libanés Al Mayadeen, los secuestros de los miembros de la comunidad alauita han aumentado significativamente durante los últimos días, en particular en las carreteras que conectan ciudades y pueblos de la costa siria, con un promedio de 20 casos diarios en cada provincia.
La fuente también ha explicado que casos similares se reportan en las provincias de Hama y Homs.
Desde el 6 de marzo, las regiones del oeste de Siria han sido escenario de ejecuciones extrajudiciales perpetradas por elementos armados vinculados a Hayat Tahrir al-Sham (HTS).
La semana pasada, el llamado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) avisó que más de 4711 civiles, incluidas 345 mujeres y 194 niños, fueron asesinados de manera indiscriminada en los 100 días transcurridos desde el derrocamiento del gobierno de Al-Asad a manos de HTS, el 8 de diciembre.
También señaló que 1805 de las muertes habían resultado de ejecuciones sumarias y asesinatos basados en la “identidad y afiliación sectaria” con el anterior gobierno.
En la primera quincena de marzo, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (CSNU), condenó la violencia generalizada en el oeste de Siria y urgió a las nuevas autoridades del país a “proteger a todos los sirios, independientemente de su origen étnico o religión”.
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