Aviones de combate norteamericanos realizaron un ataque aéreo en la provincia de Deir Ezzor, sita en el este de Siria, solo unos días después de que las fuerzas estadounidenses utilizaran 137 camiones cisterna para contrabandear petróleo desde la provincia vecina de Al-Hasaka a bases en el territorio iraquí.
Mediante un comunicado emitido el martes, el Comando Central de Estados Unidos (Centcom, por sus siglas en inglés), alegó que el ataque aéreo tenía como objetivo lo que llamó proteger a las fuerzas norteamericanas de los ataques y apuntó a las instalaciones de infraestructura militar dirigidas por las fuerzas sirias y sus aliados.
Al respecto, la nota se refirió a lo ocurrido el pasado 15 de agosto, cuando vehículos aéreos no tripulados (drones) atacaron las inmediaciones de la base que ocupa Estados Unidos en Al-Tanf, en el sureste de Siria, donde están estacionados las tropas norteamericanas los terroristas que respalda.
El comunicado sobre el ataque estadounidense del martes no mencionó si hubo víctimas.
En 2014, Estados Unidos ocupó la aludida base militar, bajo el pretexto de luchar contra el grupo terrorista Daesh, mientras que el Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad, denuncia que tomó la instalación como punto estratégico para apoyar a los terroristas que luchan contra el Ejército sirio.
Es más, altos mandos de EE.UU. reunieron a miembros de las bandas terroristas desde diferentes áreas en Al-Tanf para usarlos en ataques contra las posiciones del Ejército de Siria, centros de población e infraestructuras vitales en dicho territorio.
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