Han transcurrido diez años completos de la guerra universal impuesta a Siria, que tenía un solo objetivo, romper la voluntad del pueblo sirio y arrancarle del eje de la resistencia. Una guerra feroz que comprendió una intervención militar directa a través de ejércitos alternativos, bajo diferentes títulos, con el fin de destruir a este país y borrar su identidad.
Damasco y sus aliados se levantaron frente a esta conspiración, y se coordinaron día y noche para prevenir la caída de las instituciones y preservar la importante posición estratégica de Siria a nivel regional.
Diversos cambios políticos, militares y económicos, ocurrieron en esta década, algunos de los cuales cambiaron por completo el curso y el trayecto de la guerra, mientras que otros han transformado el mapa de influencia política regional e internacional en la región. Todo ello en paralelo con una guerra económica no menos salvaje de la militar, a través de sanciones que se intensificaron tras las victorias políticas y militares.
Está década de guerra convirtió a Siria en un centro para iniciativas de varios países aliados de Damasco, con el fin de suavizar el impacto de las sanciones y medidas unilaterales impuestas sobre su pueblo, que se mantiene firme y apegado a sus principios, a pesar de toda la ofensiva internacional.
Bashar Barazi, Damasco.
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