• Vehículos militares estadounidenses cerca de la ciudad de Al-Hasaka (noreste de Siria), 1 de julio de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: jueves, 13 de agosto de 2020 9:57

Las fuerzas de EE.UU. con la ayuda de sus aliados kurdos destruyeron la estación distribuidora de agua potable que suministra a tribus en el este de Siria.

En las últimas semanas, el jeque de Al-Aqidat, una de las tribus más grandes de la provincia oriental de Deir Ezzor, junto a otros líderes tribales, ha llamado a unirse para luchar contra la presencia de las fuerzas estadounidenses y sus aliados en Siria y celebrar protestas masivas al respecto.

En respuesta, Washington, con el apoyo de milicianos kurdos, ha emprendido una arremetida contra estas tribales árabes y, como primer paso, ha cortado el agua potable a más de 25 000 sirios de la provincia de Deir Ezzor, lo que puede agravar la situación que vive la zona por el brote del nuevo coronavirus.

Esta medida hostil de los estadounidenses y los kurdos se produce horas después de que los líderes de Al-Aqidat emitieran una declaración conjunta en la que convocaron a sus compañeros árabes a hacer frente a la presencia de las fuerzas estadounidenses en su territorio.

 

En la nota los jeques tribales expresaron su respaldo al Gobierno legítimo de Siria, presidido por Bashar al-Asad, y anunciaron el inicio de una “resistencia popular” contra las tropas “ocupantes” estadounidenses y sus instrumentos en el suelo sirio.

Los habitantes de las provincias sirias de Al-Hasaka (noreste) y Deir Ezzor han denunciado en reiteradas ocasiones los continuos ataques y redadas que realizan los aliados de EE.UU., lo que ha generado un estado de inestabilidad, que afecta severamente los negocios y medios de vida. 

Damasco denuncia el despliegue militar de EE.UU. en su suelo y asegura que el Ejército sirio expulsará a todas las tropas foráneas, incluidas las estadounidenses.

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