“Si (los S-300) se utilizan para mantener un equilibrio entre Siria e Israel, esto hará bien a todo el mundo árabe (…). Los países árabes deben tener una ventaja para proteger su propia seguridad”, indicó ayer martes a la agencia Sputnik el representante de la Liga Árabe en Rusia, Yaber Habib Yaber.
La víspera, el Ministerio de Defensa de Rusia había anunciado que Moscú suministrará finalmente el sistema de defensa antimisiles S-300 a las Fuerzas Armadas de Siria, casi cinco años después de suspender la entrega a petición del régimen israelí.
A juicio del funcionario de la Liga Árabe, el suministro de estos sistemas y de otras armas avanzadas demuestra que el Gobierno de Rusia es un “aliado fiable” para Siria y otros Estados árabes.
Además, Yaber resaltó que los países árabes deben apoyar los esfuerzos para resolver la crisis siria por vías políticas y en conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), en particular la Resolución 2254.
Si (los sistemas rusos de defensa antiaérea S-300) se utilizan para mantener un equilibrio entre Siria e Israel, esto hará bien a todo el mundo árabe (…). Los países árabes deben tener una ventaja para proteger su propia seguridad”, ha declarado el representante de la Liga Árabe en Siria, Yaber Habib Yaber.
“Apoyaremos todos los esfuerzos dirigidos a combatir el terrorismo y apoyar la unidad de Siria”, prometió el diplomático.
El anuncio del suministro de los S-300 a Damasco se hizo tras el reciente derribo de un avión de reconocimiento ruso Ilyushin Il-20 en la provincia siria de Latakia (oeste), cerca de su costa mediterránea, del que Moscú culpa a los pilotos de cuatro F-16 israelíes que estaban operando en la zona.
Israel se ha opuesto una y otra vez al suministro a Siria de S-300 por parte de Rusia. En abril, un exdirector de la inteligencia militar israelí reveló que el régimen de Tel Aviv se planteaba bombardear los sistemas de misiles antiaéreos si Rusia los entrega finalmente a Damasco.
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