Un día sangriento han vivido este miércoles la ciudad y el campo de la provincial de Al-Sweida, en el sur de Siria. Tres elementos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) se inmolaron en la localidad. El Ejército mató a otros tres antes de llegar a su objetivo y otros dos fueron capturados vivos.
En paralelo con estos atentados, los elementos de Daesh lanzaron una amplia agresión desde cinco ejes contra las localidades del campo noreste de Al-Sweida. Sin embargo, el Ejército y los comités populares frustraron, en gran medida, esta agresión.
Fuentes militares revelaron que la agresión terrorista se libró desde las proximidades de la base de Al-Tanf, cerca de las fronteras con Jordania, y causó la muerte y dejó heridos a centenares de civiles. El Ejército logró expulsar a los elementos de Daesh de la gran mayoría de las localidades atacadas y les infligió grandes pérdidas.
Los aviones de combate del Ejército sirio intensificaron sus bombardeos contra las concentraciones de los remanentes terroristas en el desierto de Al-Sweida, en paralelo con la llegada de más tropas para preservar la seguridad de los civiles tras el fracaso de los planes terroristas ante los muros de la ciudad.
A pesar de la alta cifra de víctimas entre los civiles, el levantamiento de los ciudadanos de Al-Sweida frente a los terroristas hizo frustrar una gran masacre en esta provincia.
Bashar Barazi, Damasco.
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