La ciudad, situada en la parte occidental del país —que estaba considerada como un “punto caliente”—, había sido bastión de varios grupos terroristas, en particular de EIIL (Daesh, en árabe), hasta que las fuerzas del Ejército sirio tomaron el control de la ciudad en 2014.
Los llamados “rebeldes” y miembros del grupo terrorista Frente Al-Nusra, rama de Al-Qaeda en Siria, permanecieron en algunas partes de la ciudad para luchar contra las fuerzas gubernamentales hasta el pasado mes de diciembre, cuando empezaron a evacuar algunos barrios de Homs gracias a un acuerdo concluido con el Gobierno de Damasco.
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