“Nos gustaría reiterar que todas las armas suministradas a Ucrania por Occidente son objetivos militares legítimos para las Fuerzas Armadas de Rusia y serán eliminadas o capturadas, tal y como hemos declarado en repetidas ocasiones”, ha reiterado este jueves la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, en una sesión informativa.
La vocera rusa también ha señalado que el suministro de los sistemas antiaéreos Patriot a Ucrania por EE.UU., un armamento tan sofisticado, cuyo manejo requiere meses de entrenamiento, significaría una expansión de la participación del personal militar estadounidense regular en las operaciones de combate “con todas las consecuencias que ello conlleva”.
En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó el miércoles que confirma “absolutamente”, las declaraciones del vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, quien dijo el 29 de noviembre que los Patriot de EE.UU. se convertirán “inmediatamente en un objetivo legítimo de nuestras Fuerzas Armadas”.
Las declaraciones de Zajarova se han producido después de que los medios occidentales, como Reuters y CNN, informaran el martes, citando a las fuentes militares, que la Administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, está ultimando los detalles para enviar sistemas Patriot a Ucrania, lo que podría anunciarse esta misma semana.
Ucrania ha solicitado a EE.UU. estas baterías antiaéreas, capaces de interceptar misiles balísticos y de crucero. No se sabe cuántas lanzaderas Patriot se enviarían, pero una batería suele incluir un radar que detecta y sigue el objetivo, ordenadores, generadores y una estación de control, además de ocho mini lanzaderas con cuatro misiles listos para disparar.
Los Patriot, utilizados por el Ejército estadounidense por primera vez en 1960 durante la guerra de Vietnam, se consideran unos de los sistemas de defensa aérea más avanzados del país norteamericano.
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