El viceprimer ministro de Rusia, Yuri Borísov, ha asegurado este lunes que su país tiene suficiente suministro militar para completar su operación militar en Ucrania y ha anunciado trabajos para modernizar los misiles hipersónicos y otras armas de alta precisión como misiles Kinzhal y Kalibr, entre otros.
“Seguimos trabajando de forma activa para mejorar las características del (sistema de misiles hipersónicos) Kinzhal”, ha declarado Borísov en una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias Interfax con motivo del 77.º aniversario de la Victoria del pueblo soviético sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
A su juicio, ningún país en el mundo tiene un misil hipersónico como el Kinzhal (Daga) que vuela a una velocidad que supera en más de diez veces la velocidad del sonido mientras permite maniobrabilidad durante toda la trayectoria.
“Es realmente imposible de ser interceptado por los sistemas de defensa aérea y sistemas antimisiles”, para luego precisar que, sus altas características de combate permiten golpear de manera confiable objetivos terrestres, incluidos los protegidos, y objetivos móviles en el mar.
Desde el 24 de febrero y el inicio de la operación militar especial rusa en el territorio de su vecino, Ucrania, el Kremlin ha dejado claro que Rusia no tiene planes para ocupar Ucrania, sino, el objetivo de su misión es la “desmilitarización” y la “desnazificación” del país vecino, dado que las potencias occidentales lo están utilizando para invadir el territorio ruso.
El Día de la Victoria, que se conmemora cada 9 de mayo en Rusia, puso fin a una larga y sangrienta guerra en la que muchísimas familias de la entonces Unión Soviética perdieron a algún ser querido. Esta gloria se celebra con tradicionales desfiles militares tanto en la Plaza Roja de Moscú, como en otras ciudades del país, así como con marchas del Regimiento Inmortal.
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