En un comunicado emitido este lunes, la Comisión Europea (CE) ha anunciado la inclusión de 21 aerolíneas certificadas en Rusia en la lista negra de seguridad aérea de la Unión Europea (UE), las cuales estarán “sujetas a una prohibición operativa o restricciones operativas” en el bloque comunitario.
Esto, debido a las “serias preocupaciones de seguridad a causa de la reinscripción forzada por parte de Rusia de aeronaves de propiedad extranjera”, lo que, según el texto, permite utilizarlas “a sabiendas de que se operan sin certificados válidos de aeronavegabilidad”.
De acuerdo con la comisaria europea de Transporte, Adina Valean, el hecho no solo viola el Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Convenio de Chicago), sino que amenaza la seguridad, tal y como se lee en la masiva.
Aunque la medida sale a la luz en medio de la operación rusa en Ucrania, no se trata de otra sanción contra el país euroasiático, ha asegurado la titular, para luego dejar claro que es una decisión con motivos técnicos y de seguridad.
En este contexto, los países de la Unión Europea cerraron en febrero el espacio aéreo de la UE a los vuelos de aviones civiles de compañías aéreas de Rusia, registrados y controlados por Moscú.
El país euroasiático y el Occidente siguen sin poder superar las tensiones, disparadas después del inicio de la operación rusa contra Kiev, el 24 de febrero. Ante tal situación, EE.UU. y el bloque comunitario vienen imponiendo, desde entonces, una serie de embargos a funcionarios, empresas y sectores económicos rusos.
A pesar de todo, varios expertos políticos dejan claro que estas medidas no funcionan y no pueden obligar a Kremlin a aceptar las condiciones del Occidente sobre su vecina Ucrania.
De hecho, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró en marzo que “el mundo es demasiado grande para que Europa y Estados Unidos puedan aislar a un país, en particular cuando se trata de uno tan grande como Rusia”.
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