Continúa la guerra verbal entre Rusia y el Occidente, con Ucrania como pretexto. El Kremlin ha criticado una vez más las declaraciones de las autoridades estadounidenses sobre una posible invasión a Ucrania por Rusia. Según Dimitri Peskov, Washington está alimentando la histeria sobre la agresión rusa.
Peskov señaló que en los últimos meses, los medios de comunicación estadounidenses han publicado una gran cantidad de información provocativa sobre lo que pasa en Ucrania, que no corresponde a la realidad.
Desde el Reino Unido, el primer ministro, Boris Johnson le sigue la corriente a su aliado número uno, EE.UU. Advirtió de un desastre para Rusia, si no se aleja de lo que llamó precipicio con respecto a Ucrania.
Estos cometarios de Johnson se producen un día después de que su secretaria de Relaciones Exteriores amenazará con duras sanciones económicas contra los bancos, compañías de energía y personas cercanas al Kremlin, si este lanza un ataque contra Ucrania. Medida de doble filo, según la presidencia rusa.
La Unión Europea y EE.UU. también han amenazado a Moscú con sanciones severas, a lo que las autoridades rusas aseguran responder. Todo eso por la concentración de las tropas rusas en las fronteras del país con Ucrania. Hecho que los rusos aseguran, no supone una amenaza para nadie y dicen que es una respuesta al desplazamiento de la OTAN hacia el Este. Para una distensión, Moscú pide garantías de seguridad a la Alianza Atlántica, encabezada por EE.UU., que lo ha rechazado. Toda esa tensión será tema de debate este lunes, en una reunión de Consejo de Seguridad de la ONU, pedido por EE.UU.
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