“Es evidente que perdura la amenaza por parte de fuerzas externas que pueden intentar, de un modo u otro, desestabilizar la situación en Crimea”, ha dicho el mandatario ruso durante una reunión celebrada en la ciudad portuaria de Sebastopol, situada en Crimea.
Es evidente que perdura la amenaza por parte de fuerzas externas que pueden intentar, de un modo u otro, desestabilizar la situación en Crimea, ha dicho el presidente ruso, Vladimir Putin.
Putin, quien ha visitado por tercera vez la península desde su anexión al territorio ruso en 2014, ha advertido de que varios Gobiernos antirrusos están reclutando y entrenando a algunas personas para enviarlas a Crimea a realizar actos de subversión y sabotaje.
Al respecto, el jefe del Estado ruso ha instado a las autoridades federales y locales de Crimea a contrarrestar abiertamente las estrategias externas que buscan desestabilizar la península, ahora rusa.
Putin ha aseverado que las potencias extranjeras podrían despertar sentimientos “nacionalistas” de los ciudadanos, o manipular la opinión pública para hacer hincapié en que las autoridades de Crimea gobiernan ineficazmente y luego orientar sus energías hacia “una dirección destructiva”.
Tras la secesión de Crimea, las repúblicas prorrusas del este de Ucrania abogan por seguir el ejemplo de Crimea y adherirse a Rusia y siguen luchando para conseguir su objetivo, a pesar de las represiones del Gobierno de Kiev.
El martes, el gobernante ruso acusó a las tropas ucranianas de agudizar la violencia en las zonas orientales de Ucrania (Lugansk y Donetsk).
El viernes, el portavoz del Comité de Investigaciones de Rusia, Vladimir Markin, denunció que el Ejército ucraniano ha lanzado bombas de fósforo contra la población civil en las zonas orientales del país.
Kiev, con la ayuda de sus aliados occidentales, en particular EE.UU., ha lanzado múltiples operaciones militares para acabar con el movimiento independentista en el este de Ucrania. Un conflicto, que hasta el momento, se ha saldado con más de 6832 muertos y ha dejado 1,3 millones de desplazados internos.
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