“Ahora podemos monitorear en tiempo real potenciales ataques enemigos a una distancia de entre varios centenares y 2000 kilómetros de la frontera nacional. Es un radar de rastreo continuo para vigilar la situación aeroespacial en los sectores oeste y sur”, lo ha dicho este domingo el comandante del 1.º ejército de defensa antiaérea y antimisiles, teniente general Andréi Demin.
Este radar que se encuentra en Mordovia, en la zona del Volga, puede detectar aviones y misiles que vienen hacia Rusia desde buques en los mares Báltico, Negro y Mediterráneo.
Las pruebas operacionales de dicho radar llamado Konteiner comenzaron el 1 de diciembre de 2018 y después de un año está listo para entrar en servicio.
El general además ha afirmado que “antes no teníamos esa información, así que la alerta de un inminente ataque aéreo era mucho menos eficaz”.
Ahora podemos monitorear en tiempo real potenciales ataques enemigos a una distancia de entre varios centenares y 2000 kilómetros de la frontera nacional. Es un radar de rastreo continuo para vigilar la situación aeroespacial en los sectores oeste y sur”, lo ha dicho el comandante del 1 Ejército de defensa antiaérea y antimisiles, teniente general Andréi Demin.
Este tipo de radares conocidos como OTHR (acrónimo en inglés de Radar Transhorizonte) son capaces de detectar blancos más allá del horizonte gracias a las ondas que rebotan en la ionosfera.
Con frecuencia drones y aviones de reconocimiento y espías estadounidenses realizan vuelos en las zonas cercanas a las fronteras rusas con el fin de recaudar información sobre actividades rusas e instalaciones militares de este país.
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Moscú ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por la acumulación de medios militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) liderada por Washington a lo largo de sus fronteras, en particular europeas.
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