“Es de conocimiento público que Rusia ha expresado su preocupación a los máximos niveles internacionales por la influencia del llamado Estado Islámico y sobre cómo se está apoderando de más territorios en Siria e Irak”, ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Es de conocimiento público que Rusia ha expresado su preocupación a los máximos niveles internacionales por la influencia del llamado Estado Islámico (Daesh) y sobre cómo se está apoderando de más territorios en Siria e Irak”, ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
El portavoz ruso también ha llamado a una cooperación internacional para hacer frente a la gran amenaza que representan los terroristas takfiríes.
“Tenemos esta preocupación y queremos hacer un llamamiento a todos a cooperar en este asunto”, ha dicho Peskov para luego añadir que Moscú planea delinear una estrategia que incluya medidas enérgicas contra el grupo terrorista.
Al mismo tiempo, ha dejado claro que Moscú no busca sumarse a la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., que realiza bombardeos desde el aire contra las presuntas posiciones de los terroristas.
En reiteradas ocasiones, las autoridades rusas han tachado de “contraproducentes” las estrategias de Washington para luchar contra los terroristas de EIIL en Siria.
Más adelante, Peskov ha desmentido los rumores sobre que el presidente de Siria, Bashar al-Asad, había pedido a su par ruso, Vladimir Putin, el envío de tropas a su país.
El lunes, Peskov también criticó el plan estadounidense-turco para crear una zona de exclusión aérea en el norte de Siria, y lo consideró un obstáculo para la lucha antiterrorista de Damasco.
El 27 de julio, Washington y Ankara acordaron trabajar juntos para crear una zona libre de los terroristas de Daesh en el norte de Siria.
Muchos creen que Turquía, además de violar la integridad territorial de Siria, actúa con doble rasero en la lucha contra los elementos terroristas de EIIL en este país árabe.
El diario británico The Guardian publicó el 26 de julio un informe, en el que asegura la existencia de claras evidencias, según las cuales, altos funcionarios turcos y destacados miembros de Daesh mantuvieron contactos directos y llevaron a cabo transacciones financieras y acuerdos sobre venta de petróleo de EIIL a Turquía.
Más de 230.000 personas han perdido la vida tras el inicio de la crisis siria en 2011, informó el pasado 9 de junio el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Londres (capital del Reino Unido).
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