“En relación con la situación actual, el embajador de Israel (en Moscú, capital rusa) ha sido convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores”, ha dado a conocer la Cancillería rusa mediante un comunicado emitido este martes.
La reacción de Rusia se produce después de que un avión de transporte militar ruso modelo Ilyushin II-20 dejara de emitir señales sobre el mar Mediterráneo mientras regresaba a la base aérea rusa de Hmeimim, en el oeste sirio, justo cuando cuatro cazas F-16I de la fuerza aérea israelí lanzaron un ataque contra objetivos sirios en la provincia de Latakia (oeste).
En este mismo sentido, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha culpado a Israel de la muerte de la tripulación rusa y ha advertido de que Moscú se reserva el derecho a responder a actos hostiles e irresponsables de Tel Aviv en el país árabe.
En relación con la situación actual, el embajador de Israel (en Moscú, Gary Koren) ha sido convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores”, informa la Cancillería rusa tras el derribo de avión militar ruso en Siria.
Por su parte, el ejército de Israel ha achacado sin pruebas, la misma jornada, al Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, y al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), la responsabilidad del derribo del avión militar ruso en Siria.
Los cazas de las fuerzas aéreas de Israel tenían por meta golpear las instalaciones del Ejército de Siria, reza el comunicado del régimen de Tel Aviv.
A este mismo respecto, la nota de las fuerzas aéreas del régimen israelí expresa “pesar” por la muerte de los tripulantes del avión ruso que fue derribado.
El presidente ruso, Vladimir Putin, a su vez, ha puesto de relieve este mismo martes que la caída del avión militar ruso ante las costas sirias fue fruto del “encadenamiento de circunstancias accidentales trágicas” y ha señalado que cualquier respuesta por parte de Rusia englobará garantizar la seguridad de los militares rusos en Siria.
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