Rusia suministra gran parte del gas natural que consumen los países europeos. En el año 2017, solo la empresa rusa Gazprom exportó a Europa más de 192 mil millones de metros cúbicos de gas, mientras el consumo de Europa occidental representa aproximadamente el 81 % de esta cantidad.
Pese a esta dependencia del continente verde al gas ruso, Estados Unidos ha amenazado con imponer nuevas sanciones a compañías en Austria, Francia, Alemania y los Países Bajos que están involucradas en el gasoducto de gas natural Nord Stream 2 que une Rusia y Alemania.
Nord Stream 2 entrega gas directamente a Alemania, pasando por encima de Polonia, Ucrania y Eslovaquia, lo que permite a Rusia cortar el suministro de gas a estas naciones. Pero, Washington se ha mostrado ofuscado por esa vía que, a su juicio, aumenta la dependencia europea de la energía rusa.
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