“Ya no tenemos ningún compromiso moral; antes (del ataque estadounidense) sí teníamos compromisos morales, creo que hace diez años prometimos no hacerlo a petición de nuestros socios y aceptamos su argumento de que eso podría desestabilizar la situación, aunque los equipos son puramente defensivos”, ha declarado Lavrov.
El ministro afirmó hace unos días que los ataques de EE.UU., Francia y el Reino Unido contra Siria convencieron a Moscú de que está “dispuesto a examinar cualquier ayuda al Ejército sirio para contrarrestar la agresión”, y contestó de este modo a la pregunta de si Rusia podría suministrar a Siria los sistemas S-300.
Lavrov afirmó que la ayuda servirá para “defender a Siria de la agresión que se efectuó el 14 de abril y que, como dijeron las autoridades de los tres países (EE.UU., Francia, el Reino Unido), continuará”.
Ya no tenemos ningún compromiso moral; antes (del ataque estadounidense) sí teníamos compromisos morales, creo que hace diez años prometimos no hacerlo a petición de nuestros socios y aceptamos su argumento de que eso podría desestabilizar la situación, aunque los equipos son puramente defensivos”, declara el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en alusión al suministro de S-300 a Siria.
Asimismo, el funcionario ruso, en otra parte de sus declaraciones, ha indicado que los militares rusos pronto presentarán pruebas para constatar que la defensa antiaérea siria derribó una parte de los misiles lanzados por Washington, Londres y París.
“Observamos todos los hechos en tiempo real, en directo, y estamos listos para responder por las estadísticas que presentaron nuestros militares; si alguien afirma que los 105 misiles alcanzaron sus blancos, que presente sus estadísticas”, señala. El presidente estadounidense, Donald Trump, negó recientemente que Siria haya derribado la mayoría de los misiles lanzados en su contra.
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el ataque de Washington y sus aliados como un acto de agresión contra un Estado soberano señalando que el presunto uso de armas químicas que sirvió de pretexto para lanzar la agresión no fue confirmado.
Ante la posibilidad de que Rusia retome el suministro de sistemas S-300 a Siria –Putin ordenó detenerlo tras la presión de los países occidentales–, el régimen de Israel ha advertido que ve esto como una gran amenaza y fuentes indican que bombardearía los sistemas antiaéreos de ser enviados a Siria.
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