“Este nuevo disparo de misil es sin duda una provocación”, ha considerado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en reacción al ensayo realizado el martes por Pyongyang.
Según el vocero ruso, la nueva prueba norcoreana causará un “nuevo incremento de las tensiones” en la península coreana y dañará los esfuerzos en curso para propiciar una solución a la crisis.
De todas maneras, Dmitri Peskov ha mostrado la esperanza del Gobierno de Moscú de que todas las partes implicadas en la crisis coreana mantengan la calma y no adopten medidas irracionales.
Este nuevo disparo de misil es sin duda una provocación”, subraya el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En este sentido, el portavoz del Gobierno ruso ha hecho hincapié en la necesidad de que la situación en la península de Corea “no llegue al peor escenario”.
Pyongyang anunció el martes el exitoso lanzamiento de un ICBM norcoreano llamado Hwasong-15, que recorrió casi mil kilómetros y alcanzó la altitud máxima de 4375 kilómetros antes de caer en el mar de Japón sin causar daños.
Tras el ensayo, del que había advertido con anterioridad Japón, Corea del Norte detalló que el Hwasong-15 tiene capacidad de portar una ojiva nuclear pesada y puede alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
A continuación, la televisión estatal norcoreana ha anunciado este miércoles que su líder, Kim Jong-un, “ha declarado con orgullo que hemos cumplido con la gran causa histórica de completar la fuerza nuclear de Estado, con el objetivo de construir un cohete potente”.
Asustados por esta prueba, más potente que las anteriores, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur han pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para tratar de encontrar una manera de reaccionar a la prueba de Pyongyang, que desafía las sanciones internacionales impuestas en su contra.
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