“No nunca he pensado que los políticos estadounidenses puedan ser tan propensos a la histeria colectiva (…) Yo solía ponerme en contacto con muchos de ellos cuando trabajaba en Nueva York (EE.UU.) y estoy muy asombrado de lo que está pasando por el momento”, indicó Lavrov al canal de televisión kurdo-iraquí Rudaw.
En declaraciones publicadas el lunes, el jefe de la Diplomacia rusa dijo que quizás muchos de los políticos que se han rendido ante este furor —que a juicio de Lavrov es anormal para la vida política estadounidense— hayan entendido que esta situación no es normal y debe ser frenado de una forma u otra.
Lavrov prosiguió diciendo que Moscú entiende “lo incómodo” que es la situación en Washington por el momento, para los que tratan de demostrar el sentido común sobre la “paranoia rusofobia”, mientras que no existe “la menor evidencia” que pueda probar la influencia rusa en los asuntos internos de Estados Unidos.
Rusia que desmiente haber influenciado en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, devuelve el golpe y asegura que estas acusaciones buscan "revertir" el resultado de los citados comicios.
No nunca he pensado que los políticos estadounidenses puedan ser tan propensos a la histeria colectiva (…) Yo solía ponerme en contacto con muchos de ellos cuando trabajaba en Nueva York (EE.UU.) y estoy muy asombrado de lo que está pasando por el momento”, indica el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al canal de televisión kurdo-iraquí Rudaw.
En otro momento de sus declaraciones, Lavrov se refirió a la tensión existente entre Moscú y Washington, y destacó que esta situación no hará feliz a nadie.
Haciendo énfasis en el papel de Rusia y Estados Unidos en solucionar los problemas más complicados en diferentes partes del mundo, el alto diplomático ruso aseguró que “nadie” puede sustituirlos en la esfera internacional.
Desde el inicio del mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en enero, varios de sus altos cargos dimitieron por supuestos lazos con Rusia o diferencias con el propio magnate republicano, mientras que otros se encuentran en medio de un “juego de cuerda” con la Casa Blanca.
En el caso más reciente el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dimitió el viernes por considerar un "error grave" la decisión de Trump de nombrar director de comunicaciones de la Casa Blanca a Anthony Scaramucci, un financiero de Nueva York muy activo en su campaña.
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