• Los habitantes de Crimea celebrando la adhesión de esta península a la Federación Rusa, 17 de marzo de 2014.
Publicada: viernes, 18 de marzo de 2016 16:35
Actualizada: viernes, 18 de marzo de 2016 20:52

La península rusa de Crimea no debe ser objeto de ninguna negociación internacional, afirmaciones hechas este viernes por parte del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

"En este caso (Crimea), sin duda, no es una cuestión que puede ser objeto de toda negociación o contactos internacionales", ha afirmado Peskov a la prensa al referirse a los recientes llamamientos que instan a los países de las Naciones Unidas (ONU) a unirse a las sanciones existentes contra Rusia.

Por ello, el vocero ha destacado que Crimea "es una región de la Federación rusa y Rusia no aborda ni abordará nunca con nadie la situación de sus regiones", ha advertido.

En este caso (Crimea), sin duda, no es una cuestión que puede ser objeto de toda negociación o contactos internacionales", ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

 

En este sentido, Peskov ha asegurado que hay que tener un absoluto respeto a la voluntad de los habitantes de la península y a la decisión que adoptaron hace dos años.

Así mismo, ha subrayado que por el momento el Kremlin no piensa en una respuesta contundente a las recientes declaraciones de la jefa de la Diplomacia de la Union Europea (UE), Federica Mogherini, quien instó a los países miembros de la ONU a que aplicasen restricciones contra Rusia por la adhesión de Crimea, ya que "no está claro de qué sanciones se trata".

La península de Crimea se incorporó a mediados de marzo de 2014 al territorio ruso, una vez declarada su independencia respecto a Ucrania mediante un referéndum en el que el 96,8 por ciento de los participantes votó a favor de la secesión.

Después de dicha reincorporación, las autoproclamadas repúblicas del este de Ucrania (Lugansk y Donetsk) abogaron por seguir el ejemplo de Crimea, de manera que comenzó una crisis en la que estas dos regiones han sido escenario de enfrentamientos mortales entre las fuerzas independentistas y el Ejército ucraniano, choques a raíz de los cuales cerca de 8000 personas han muerto y 1,6 millones han abandonado sus hogares para escapar de la violencia.

Desde entonces Occidente culpa a Rusia de estar detrás de las reivindicaciones independentistas de estas regiones de Ucrania, y ha impuesto injustas sanciones contra Moscú. En reiteradas ocasiones, Rusia ha rechazado las acusaciones de Occidente.

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