La marcha ha recorrido cientos de kilómetros desde el pasado 7 de enero y llega ahora al Muro de la Paz en la capital francesa, París, donde son recibidos entre aplausos. Hombres y mujeres que con esta marcha han querido denunciar la situación en la que se encuentran miles de inmigrantes en Francia.
Inmigrantes, hombres, mujeres y niños, abandonados a su suerte en las calles francesas, acosados por la policía, enfrentados a la inseguridad de una agresión racista, a la inseguridad alimentaria, a la inseguridad sanitaria. Las asociaciones despliegan todos sus esfuerzos para venir en ayuda de estas personas, pero solas, no pueden asumir la dejadez del Estado.
Y mientras la movilización solidaria se organiza para que los inmigrantes tengan derecho también al respeto de los derechos humanos, el presidente Emmanuel Macron prepara una ley de inmigración y asilo que es criticada por ser considerada la más dura jamás conocida en Francia.
Juan José Dorado, París.
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