“Creemos que tales acciones inhumanas y criminales no tendrán más resultado que vergüenza para sus perpetradores”, ha denunciado este domingo el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, en un mensaje al primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, al expresar su simpatía “al pueblo amistoso y hermano de Pakistán” después de que un atentado suicida dejara en un mitin político en el noroeste de este país al menos 42 muertos y varios heridos.
A su vez, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, ha condenado el acto terrorista, afirmando que la lucha eficaz contra el terrorismo y el extremismo es una preocupación de seguridad común de Irán y Pakistán.
“El terrorismo es un fenómeno siniestro de nuestro tiempo”, ha lamentado, en un mensaje de Twitter.
Más temprano, el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani, se solidarizó con el Gobierno y la nación de Pakistán, así como con los afligidos del atentado. Además, repudió el ataque terrorista, reafirmando el apoyo de Teherán a Islamabad en la lucha contra el terrorismo.
La explosión de este domingo ha tenido como objetivo a miembros del partido Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F), que se habían reunido en la ciudad de Jar, cerca de la frontera con Afganistán.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado el atentado, pero el capítulo local del grupo terrorista Daesh ha llevado a cabo recientemente atentados contra JUI-F.
Pakistán ha visto un resurgimiento de los ataques de militantes desde el año pasado cuando se rompió un alto el fuego entre el Tehrik-e-Taliban Pakistán (TTP) y el Gobierno en Islamabad.
El TTP promete lealtad a los talibanes de Afganistán. El gobierno pakistaní acusa al gobierno talibán de proporcionar escondites a los militantes del TTP cerca de la frontera.
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