El comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami, ha condenado este sábado la nueva injuria hacia el libro sagrado de los musulmanes ocurrida el jueves en Suecia, la tercera en lo que va del año.
Salwan Momika, un migrante iraquí refugiado en Suecia, prendió el jueves un ejemplar del Corán en Estocolmo bajo la protección policial, semanas después de que obtendría el visto bueno de las autoridades suecas para hacer lo mismo frente a la mayor mezquita de la capital sueca, acciones que han provocado una ola de condenas entre los Estados musulmanes.
“No permitiremos que aquellos que insultan al Corán estén seguros”, ha advertido el general Salami, diciendo que la blasfemia contra el Corán y las santidades islámicas es parte de “una estrategia y política demoníaca diseñada en los think tank hostiles al islam y ejecutada por mercenarios” como Momika en Europa bajo el supuesto lema de “libertad de expresión”.
Ha asegurado que “los fieles musulmanes se vengarán, tarde o temprano”, de los políticos que incitan al odio y la islamofobia y castigarán severamente al autor del reciente sacrilegio al Corán en Suecia.
Sin embargo, el general Salami ha subrayado que tales acciones “reforzarán la unidad y convergencia entre la comunidad islámica y provocarán los sentimientos de los musulmanes contra los enemigos del Islam”. Asimismo, “los blasfemos se enfrentarán a la ola de ira, el odio y la venganza” de los musulmanes, recalca.
Ha instado a los gobiernos de países islámicos y los organismos internacionales a tomar medidas urgentes que eviten cualquier insulto al Corán y todas las santidades islámicas y pongan fin a la política vil de islamofobia.
La nueva profanación del Corán, autorizada por las autoridades suecas, levantó una ola de repudio y protestas en los países islámicos. La Liga Árabe tachó de inaceptable el acto, y avisó a las autoridades suecas que la medida provoca los sentimientos de todos los musulmanes.
Irak expulsó al embajador sueco en Bagdad, y retiró al encargado de negocios de su misión diplomática en Estocolmo en señal de protesta.
El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha pedido el castigo más severo para el autor de la blasfemia contra el sagrado Corán en Suecia, mientras que el Gobierno iraní ha anunciado que no aceptará un nuevo embajador de Suecia.
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