El Poder Judicial de Irán ejecutó el 14 de enero al ex viceministro de Defensa del país, Alireza Akbari, quien fue condenado el 11 de enero a la pena capital por cargos de “corrupción en la tierra y atentar contra la seguridad interna y externa del país a través de espionaje” para el Servicio de Inteligencia Secreto (MI6) del Reino Unido.
Akbari era miembro del Consejo de Seguridad Nacional y del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán; una persona confiable para el sistema político iraní.
En un vídeo, el también ciudadano iraní-británico explica sobre su vida y confiesa cómo decidió trabajar con la Inteligencia británica durante sus viajes personales a Europa.
De acuerdo con Akbari, todo se desarrollaba normal hasta que conoció a un funcionario del MI6, llamado Andrew Dan, en un encuentro donde también estaba el embajador británico en Teherán, la capital de Irán.
Desde 2005, Akbari empezó a convertirse en un “espía clave” para Londres. Dos años después, el Ministerio iraní de Inteligencia lo arrestó bajo acusación de espionaje, pero se le pone en libertad bajo fianza.
En 2010, reanudó su trabajo como espía. La Inteligencia de Irán lo tuvo en la mira durante mucho tiempo hasta que en noviembre de 2019 lo detuvo y conforme a documentos válidos y pruebas fundamentadas, el exfuncionario recibió la pena capital por el delito de espiar.
Akbari, un “espía clave” y uno de los “agentes más importantes” del MI6, según la Inteligencia iraní, proporcionó datos sensibles del país al servicio de espionaje británico a cambio de montos equivalentes a 1805 000 euros, 265 000 libras esterlinas y 50 000 dólares, agrega el informe.
El Ministerio de Inteligencia de Irán ha dicho estar decidido a continuar con sus esfuerzos para identificar a espías y elementos infiltrados del enemigo en todos los niveles del aparato gubernamental y entregarlos a la justicia.
mmo/jay/rba
